Ah mi querida
poeta
De palabras
enardecidas
Déjame llegar hasta ti
Con el silencio de
mis noches
Deja llenar tu
existencia de besos y alegrías
Y hacer de nuestro
amor, sin reproches,
El mejor deseo de
nuestros días
Ah mi querida poeta
Quiero cabalgar en
tu cintura
Mis manos en tus
manos
Y el pelo como
brida
Sumergirme en tu pecho
Y livar tu vientre
con mi osadía
Déjame hablarte al
oído cuando mis palabras recorran tu cuerpo y mis besos llenen tu aliento.
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